Estudio Demuestra Que Niños Y Jóvenes Autistas Podrían Procesar Mejor La Información
Un estudio sugiere que esta capacidad podría ser una ventaja en carreras relacionadas con la informática.
Las personas autistas tienen una mayor capacidad de procesar información, lo que podría explicar el porcentaje aparentemente mayor que el promedio de personas autistas que trabajan en el sector de la tecnología de la información, afirman investigadores de Reino Unido.
Además de esta mayor capacidad de procesar información, los autistas son más capaces de detectar información que se considera esencial, según el estudio, que aparece en la edición del 22 de marzo de la revista Journal of Abnormal Psychology.
Los trastornos del espectro autista incluyen una variedad de trastornos del desarrollo neurológico, todos caracterizados por dificultades con las habilidades sociales y de comunicación, y conductas repetitivas.
Se ha pensado que los autistas tienen una mayor capacidad de enfocarse en ciertas tareas, pero también se ven fácilmente distraídos por cosas como las luces que parpadean o sonidos particulares.
Una investigadora del Colegio Universitario de Londres (UCL, por su sigla en inglés) se preguntó si esas características conflictivas podrían deberse a una capacidad mayor de la normal para procesar información.
“Nuestro trabajo sobre la capacidad perceptual en el cerebro adulto típico sugiere una explicación clara del exclusivo perfil cognitivo que muestran las personas con autismo”, aseguró en un comunicado de prensa de Wellcome Trust la profesora Nilli Lavie, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del UCL.
“Las personas que tienen una mayor capacidad perceptual pueden procesar más información a partir de una escena, pero eso podría incluir algunas informaciones irrelevantes que podrían resultarles más difíciles de ignorar”, planteó. “Nuestra investigación sugiere que el autismo no conlleva un déficit de distracción, sino una ventaja en el procesamiento de la información”.
Lavie y colegas evaluaron la teoría al administrar a 16 adultos autistas y 16 adultos sin autismo una tarea diseñada para examinar su “capacidad de carga perceptual”. Ambos grupos tuvieron éxito en la tarea en las etapas iniciales más fáciles, pero los adultos autistas rindieron significativamente más que los que no eran autistas a medida que la tarea se dificultó.